O la pérdida de interés y disfrute de cosas que antes te gustaban
Se trata de un síntoma común cuando tenemos un estado de ánimo bajo. Normalmente viene “acompañado” de otros síntomas similares como falta de motivación, tristeza, cansancio…
Lo que ocurre es que a medida que dejamos de hacer cosas agradables, la falta de disfrute es cada vez mayor. Y esto a su vez nos lleva a dejar de lado más actividades. Esto es lo que llamamos en psicología pérdida de reforzadores. Y es la pescadilla que se muerde la cola.
Pongamos un ejemplo.
Imaginad que tengo una pelea con mi pareja. Esto me genera tristeza. Como estoy desanimada esa misma tarde no salgo con las amigas, si no que me quedo en casa viendo una película.
Al día siguiente, como sigo bastante desanimada, llamo al trabajo y digo que estoy enferma. Me paso el día durmiendo. Siguen los días y estoy cada vez más desanimada pero me obligo a salir con las amigas porque se están preocupando. ¿El problema? Que no disfruto del plan.
Como no he disfrutado del plan, al día siguiente no salgo y así cada vez voy rechazando más planes. Pero, lejos de ayudarme, veo que me estoy metiendo en una espiral de desmotivación y tristeza.
¿Qué puedo hacer?
De forma resumida, hay que ir un poco a contracorriente y volver a hacer las cosas que me gustaban. Aunque al principio no las disfrute mucho. La sensación volverá.
Por supuesto la forma de actuar es más compleja y por ello nos podemos beneficiar del acompañamiento de un profesional. Hay que ver qué mantiene la falta de disfrute y cómo puedo programar un pland e actuación para poco a poco ir recuperando la ilusión y la sensación de disfrute.
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